Isla Aguada es una pintoresca villa de pescadores, alejada de las aglomeraciones turísticas, con aguas poco profundas que baten suavemente la arena.
Una terapia infalible para acabar con el estrés del día a día. Por las mañanas, las gaviotas, fragatas y pelícanos sobrevuelan a pocos metros las lanchas de los pescadores buscando alimento, el mismo que recién sacado del mar preparan muy rico los restaurantes y fondas del pueblo.