Este baluarte complació al papado al llevar el nombre de la pétrea figura iniciadora de la religión católica, en la parte superior de su puerta de acceso las insignias tiaras y llaves del cielo cruzadas fueron labradas en la piedra.
Nada comprueba que la Santa Inquisición estableció ahí su real tribunal, sin embargo esto se convirtió en parte de una leyenda urbana.